La Albera, naturaleza, dólmenes, fortalezas recias. El Paraje Natural de Interés Nacional de L´Albera con sus Reservas Naturales Paricales está incluido además dentro de la red Natura 2000, extendiéndose por los municipios de La Jonquera, Cantallops, Peralada, Mollet de Peralada, Sant Climent Sescebes, Espolla, Rabós, Vilamaniscle, Garriguella, Vilajuïga, Llançà, Colera y Portbou.
El patrimonio de la sierra de L´Albera es excepcional. En un espacio relativamente pequeño se encuentra una gran variedad de ambientes, con especies tan emblemáticas como la tortuga mediterránea, en un entorno donde las poblaciones humanas han dejado su huella desde el neolítico hasta nuestros días.
Uno de los elementos hidrológicos más importantes de L´Albera son las balsas. Son pequeñas depresiones del terreno donde se acumula el agua de lluvia, se puede encontrar una treintena de ellas y presentan un gran interés ecológico. Algunas almacenan agua durante todo el año, mientras que otras, la mayoría, se secan durante el período estival. La de mayor extensión, el lago Gros de La Jonquera, ocupa una superficie de 3,5 ha.
Uno de los valores naturales más destacados del Paraje Natural de L´Albera es su asombrosa diversidad botánica. Sorprende que en un espacio tan relativamente pequeño como el del sector Requesens-Baussitges haya una variedad tan amplia de especies vegetales. Respecto a los árboles, predominan especies como el alcornoque, el madroño, la encina, el castaño, el roble pubescente y la haya. Especies protegidas que hay son el acebo y el tejo.
La especie animal más valiosa de L´Albera es, sin duda, la tortuga mediterránea. En la zona oriental del Paraje y en su entorno es el único lugar de la península donde subsiste esta especie (aparte de las zonas de El Garraf y del cabo de Creus, donde ha sido recientemente reintroducida). Se trata de una población realmente relictual en grave peligro de extinción.
Del grupo de aves rapaces hay que remarcar la presencia de la majestuosa águila real, el águila perdicera, el gavilán o el búho real. También hay que hacer mención especial del cernícalo primilla (Falco naumanni), que ha sido reintroducido en la zona con éxito.
La sierra de L´Albera, que cuenta con los collados más bajos de todo el Pirineo, custodia las concentraciones más importantes de monumentos megalíticos de Cataluña, con una cronología entre el neolítico medio y el calcolítico (3500-1800 a. C.). En el término de La Jonquera destacan los dólmenes de Canadal, de El Mas Baleta, de Els Mesclants, de El Pedreguer o los dólmenes y menhires de Els Estanys; en el de Espolla, los dólmenes de La Cabana d´Arqueta —uno de los mayores de L´Albera—, de la fuente de El Roure, de Arreganyats y de El Barranc —con una losa de cubierta con grabados insculpidos—, el menhir de Castellar o la necrópolis hallstáttica de Els Vilars, y en Rabós, los dólmenes de La Coma de Felis, de Les Comes Llobes, de El Solar d'en Gubert o el menhir de El Mas Roquer. Muy cerca, en Sant Climent Sescebes, se encuentra el notable dolmen de La Gutina y el menhir de La Murtra o Pedra Gentil.
En la línea fronteriza con Francia se encuentran las ruinas del antiguo monasterio de Santa Maria de Panissars (siglo XI), que hizo las veces de hospital para viajeros. Además existe un rico patrimonio de arte románico. En el ámbito del Paraje, el monumento más notable es el antiguo monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera, documentado desde el siglo X, del que se conserva la magnífica iglesia basilical y vestigios del claustro, dependencias monásticas y fortificaciones; cerca se encuentra la antigua parroquia de Santa Maria de Colera, también románica, todo ello dentro del término de Rabós, en el valle de Sant Quirze. También hay que señalar la ermita de Santa Llúcia (siglos XII-XIII, antes parroquia de Sant Miquel de Solans), la iglesia de Sant Julià dels Torts (siglos XII-XIII) y el interesante ejemplar prerrománico de Sant Pere del Pla de l'Arca (siglo X), en La Jonquera. Las antiguas parroquias de Sant Martí de Baussitges (siglo X) y de Sant Genís d'Esprac (siglos XII-XIII), prerrománica y románica, respectivamente, en Espolla; o la ermita de Sant Quirc y la parroquia tardorrománica de Sant Julià (siglos XIII-XIV) en Rabós d'Empordà.
En el término de La Jonquera están las ruinas del castillo de Rocabertí. No lejos está el castillo de Requesens, al sur del monte Neulós, que fue reformado a finales del siglo XIX; en las cercanías se halla el santuario de Santa Maria de Requesens (siglo XVIII), centro de devoción popular. Un tercer castillo del término era el de Canadal, del que se conservan notables fortificaciones de los siglos XIV-XV. Asimismo, podemos admirar bellas muestras de arquitectura popular y casas señoriales, como La Posta Reial, Ca l'Armet y Can Laporta, en La Jonquera, el castillo de Espolla y la casa de los marqueses de Camps, en Espolla, así como las de Rabós.
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